Por supuesto, hay otras cosas que merecen la pena en Barcelona a parte del modernismo, como algunos bares de tapas. Especialmente, ¿quién puede resistirse a unas patatas bravas en el Bar Tomás? Las mejores bravas, no solo del barrio de Sarriá donde se encuentra, sino de toda Barcelona.
Pero, dejando este suculento aperitivo de lado, el modernismo catalan es, para mi gusto, lo que le da carácter a la ciudad de Barcelona. ¡Será que soy una apasionada del arte más que de la cocina! Por supuesto mi arquitecto preferido es Antoni Gaudí. Afortunadamente es catalán (de Reus) y gran parte de su legado se encuentra cerca de Barcelona. De tremenda intuición creativa, combinaba de manera talentosa los instrumentos funcionales y decorativos teniendo como inspiración los motivos naturales, geométricos y religiosos. Algunas citas que dijo el arquitecto que encuentro divertidas son
"Mis ideas son de una lógica indiscutible; lo único que me hace dudar es que no hayan sido aplicadas anteriormente" y "Toda obra de arte debe de ser seductora y si por ser demasiado original se pierde la cualidad de la seducción, ya no hay obra de arte". Esta última me hace pensar especialmente en el arte contemporáneo ... Por cierto, "las obras de Gaudí" son consideradas Patrimonio de la Humanidad.
La evolución en la arquitectura de Gaudí pasa por cuatro etapas y todas ellas tienen alguna representación en Barcelona. La primera es la etapa orientalista donde se aprecian influencias del arte oriental y el arte islámico hispánico (como el mudéjar y el nazarí). De esta época son la Casa Vicens (en el barrio de Gracia, Barcelona -tres primeras fotos-), los Pabellones Güell (en el barrio les Corts de Sarrià, Barcelona -5 siguientes fotos-), el Palacio Güell (en la calle Nou de la Rambla, Barcelona - tres fotos siguientes-) y el Capricho (en Comillas, Santander -5 últimas fotos-).
Siguiendo a esto evoluciona a una etapa o estilo neogótico. En Barcelona se encuentra el Colegio de las Teresianas como representación de este sub-estilo particularizado por Gaudí. Pero tal vez, y siempre a mi parecer, el edificio más espectacular de este periodo se encuentra en León: el Palacio Episcopal de Astorga. Este edificio, junto con la Casa Botines y el Capricho de Comillas, son las únicas obras de Gaudí fuera da Cataluña.
Finalmente, la arquitectura de Gaudí evoluciona a su estilo más característico: el estilo naturalista donde formas orgánicas y geométricas inspiradas en la naturaleza cubren soluciones decorativas y funcionales, entre ellas están sus trabajos con hierro forjado. De esta época son fruto sus mayores obras: la Casa Calvet situada en la calle Caspe - tres primeras fotos-, la Casa Milà (también conocida como La Pedrera -12 fotos-) y la Casa Batlló situadas en el Paseo de Gracia -11 fotos-, el Parque Güell (en el distrito de Gracia -14 fotos-) y la Colónia Güell (en Santa Coloma de Cervellón, en la provincia de Barcelona, pero no en la ciudad) -7 últimas fotos-.
La culminación de su carrera es la aún hoy en dia inacabada Sagrada Familia. El artista, que era bastante religioso, acabó financiando de su propio bolsillo el ambicioso proyecto de la catedral lo que le llevó casi a la miseria. Mientras iba absorto en sus ideas, Gaudí fue atropellado por un tranvia y debido a su aspecto descuidado le tomaron por un mendigo y no recibió ayuda con demasiada rapidez. Cuando fue reconocido y asistido ya fue demasiado tarde y fue fatal (da que pensar!). La catedral, que fusiona elementos de todos los estilos que había desarrollado, se considera el mayor legado del artista a la ciudad de Barcelona y un landmark de la capital catalana.
De todas sus obras mi favorita es sin duda la Casa Batlló situada en lo que se llama la manzana de la discordia, llamada así como alusión al episodio de la mitología clásica del Juicio de Paris, donde el joven Paris tiene que decidir cual de las tres diosas del Olimpo (Atenea, Hera o Afrodita) era la más hermosa y merecedora de la manzana de oro que la diosa de la Discordia había ofrecido malintencionadamente "a la más bella de las diosas". La similitud se basa en que dicha manzana o bloque de pisos del Paseo de Gracia se hayan tres edificios a cual más bello de tres de los más famosos arquitectos del modernismo catalán: la Casa Batlló de Antoni Gaudi, la Casa Ametller de Josep Puig i Cadafalch i la Casa Lleó-Morera de Lluís Domènech i Montaner. La foto de la derecha es la Casa Lleó-Morera y la de la derecha la Casa Batlló junto a la Casa ametller.
Lluís Domènech i Montaner es otro de los grandes aportadores a la grandeza del modernismo catalán. Es una de las figuras más influyentes del Modernismo, y del movimiento Art Nouveau en Cataluña, aunque su estilo es muy distinto de Gaudí. Entre sus joyas incluyen el Palau de la Música Catalana -17 primeras fotos- y el Hospital de Sant Pau -7 últimas fotos-. Ambos edificios reconocidos por la UNESCO como Patrimonios de la Humanidas y, especialmente el primero, símbolos de la ciudad.
También del excepcional maestro Lluís Domènech i Montaner, es la Universidad Pontifícia de Comillas (Santander).
Otro arquitecto modernista catalan de notable renombre es Joan Martorell i Montells. Entre sus trabajos voy a destacar el Palau Sobrellano en Comillas y Col·legi Jesuïtes de Sarrià, en el barrio de Sarrià de Barcelona. En este último edificio, que parece inspiración del Howarts School of Witchcraft and Wizardry (o Colegio Howarts de Magia y Hechiceria) de la popular colección de Harry Potter, estuve trabajando durante mi último año en Barcelona como profesora de matemáticas. Motivo suficiente (al menos sentimentalmente) para que aparezca en este post.
Finalmente para acabar con el modernismo catalán, me gustaría hacer mención al escultor Josep Llimona. Una de las cosas que más me ha ido apasionando con los años (si no ha sido evidente durante todo el blog) es la escultura. Quizá uno de los primeros recuerdos de esta pasión, que ha ido evolucionando con los años, es la escultura "Perseguint la Il·lusió" de Josep Llimona, que vi de niña en el Museo Modernista de Cataluña. Aunque no es de las más populares del artista a mi me causó un gran impacto. El artista estuvo establecido en Roma donde estudió los clásicos de la escultura (especialmente de Florencia) y hizo una estancia en Paris, de donde tomó influencias de Auguste Rodin.
Otras obras más conocidas de Llimona (que por cierto fue uno de los colaboradores de Gaudí) son el Desconsol, cuyo original de mármol se haya en el Museo del Prado de Madrid y una copia de la misma se encuentra en el Parque de la Ciudadela en Barcelona -4 primeras fotos-, el frisco del Arco del Triunfo de Barcelona (¡sí, también tenemos Arco del Triunfo!) y, la que para mi, es la más sobrecogedora es l'Àngel exterminador en el Cemeterio de Comillas (Santander).
Como se puede ver, tanto Barcelona como Comillas tienen muchos monumentos merecedores de una visita. Comillas junto con Santillana del Mar son dos fantásticas ciudades en la provincia de Santander. Fue una de las visitas que recuerdo con especial emoción del viaje de fin de curso de EGB.
Otro lugar clave del turismo de Comillas, aunque no entra dentro del modernismo catalán el el Palacio El Duque (dos siguientes fotos).
Santillana del Mar, por su parte, es famosa (a parte de por el hecho de estar cerca de las Cuevas de Altamira) por ser un pueblo cuyas calles están repletas de edificios históricos, muchos de ellos conteniendo escudos de armas en la fachada, y calles adoquinadas. También fue uno de los pueblos que visité en aquel viaje. Incluyo unas fotos aunque no forma parte, de nuevo, del modernismo catalán.
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