Monday, July 18, 2011

Musée d'Orsay, the rest of Paris & Mont Saint-Michel

Citaré brevemente varias de las cosas de Paris y de los alrededores de Francia que visitamos durante los viajes de Navidad 2006 y Verano 2008

La primera vez que visitamos la Basilique du Sacré-Cœur situada en la parte más alta de la ciudad (en Montmartre) era pleno invierno y se puso a nevar muchísimo. No teníamos paraguas y el plan era, a continuación, ir hasta el Barrio Latino a comer (más o menos 1 hora y cuarto de caminata). Como en Barcelona no estamos muy acostumbrados a la nieve nos hizo bastante ilusión, así que nos decidimos a continuar la aventura pensando que posiblemente la tormenta no durara todo el camino. Recuerdo que la caminata se prolongó hasta 2 horas y cuando llegué al restaurante tenía estalagmitas colgando del pelo "literalmente" y escarcha en la nariz. El camarero dijo algo en francés y rió. En aquel momento pensé para mi que acababa de superar uno de los peores momentos de mi vida (por supuesto, ha sido superado con creces, especialmente en los viajes que hemos organizado por Europa a la aventura y en la época en que ni Omer ni yo conducíamos). Creo que pocas veces en la vida he pasado tanto frío, eso sí, luego disfruté muchísimo la comida.
La Basílica, que puede verse desde varios puntos de la ciudad debido a lo alto que esta construida y lo enorme que es, muestra estas imponentes vistas. La tercera foto es una vista de Paris nevado al día siguiente.
Sino tan enorme como el Louvre, el Musée d'Orsay es un punto pendiente para los amantes del arte. Por supuesto, lo que me atrajo en un principio fueron las dos pinturas de William-Adolphe Bouguereau: "El Nacimiento de Venus" y "La Danza". Especialmente el primero.

Hay varias versiones del nacimiento de Venus (o Afrodita). El más popular y que se representa en muchas pinturas es el mito que explica nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Crono y luego arrojados al mar. De este modo, Venus surge de las aguas y es conducida a las costas de Creta con la ayuda de Céfiro (dios del viento del oeste), erguida sobre una concha de mar y acompañada de ángeles y tritones a sus pies. Otra versión del mito explica que en realidad Venus, como la mayoría de los dioses del Olimpo, es hija de Zeus. No obstante, es mucho más atractiva para los artistas la primera versión. No hay dudas sobre el motivo, ¿verdad?

De lo que sucede más tarde con los dioses Urano y Crono se habla en el post de Versailles...
 Intentando rivalizar con el precioso nacimiento de Venus de Bouguereau, se encuentra la aclamada versión de su contemporáneo Alexandre Cabanel, "The Birth of Venus". Bouguereau y Cabanel son de las principales figuras que representan la Belle Époque de la pintura francesa (que se extiende desde el fin de la era Victoriana y la era Edwardiana, hasta la primera Guerra Mundial). Ambos artistas rechazaban el nuevo movimiento que estaba surgiendo en la época: el Impresionismo. Personalmente, yo hubiera preferido más pintores del estilo de Cabanel o Bouguereau. El museo incluye varios cuadros más de Cabanel pero ninguno me entusiasma tanto. Del mismo estilo mitológico, el pintor tiene "Nymph and Satyr" (Ninfa y Satiro) pero lamentablemente está en colección privada y no expuesto en ningún museo (adjunto imagen debajo del nacimiento de Venus). 
 
Dejando atrás las pinturas realistas y mitológicas del francés William-Adolphe Bouguereau, el siguiente artista que atrajo mi atención fue el escultor francés Charles Henri Joseph Cordier. Conocido como el escultor étnico combina en sus trabajos elementos tan variopintos como mármol de colores, bronce, yeso (en ocasiones)... Se hizo famoso con su escultura "Saïd Abdullah of the Mayac, Kingdom of the Darfur" (Sudan) que se exhibió en el Salon de Paris (1848) el mismo año que Francia abolió la esclavitud negra de todas sus colonias.
Sé que siempre estoy hablando de las esculturas de Canova, Bernini y en ocasiones de Miguel Ángel pero sin duda Charles Cordier se encuentra entre mis predilectos, a pesar de que su estilo se diferencia tanto de los anteriores (neoclásico, barroco y renacentista, respectivamente) donde el tema principal son la perfección de las formas humanas al estilo clásico.

De izquierda a derecha se encuentra: "Negress of the Colonies", "Arab from El Aghuat" y "Négre du Soudan" características por la policromia de las esculturas propia del mármol-onyx de Algeria.
Más abajo se muestran detalles de las esculturas.
 
 
Hablaré de más esculturas cuando llegue al post del MET (Metropolitan Museum en New York), donde también se encuentran dos joyas de Cordier. Sin embargo y lamentablemente, gran parte de su trabajo se encuentra en colecciones privadas y es dificil de ver. Por ejemplo, la pasada Navidad en el LACMA (Los Angeles County Museum of Art) se exhibieron los bustos de bronce de "Said Abdallah from the Tribe of Mayac in the Realm of Darfour" y "African Venus" (Resnick collection - tres fotos siguientes), que a pesar de estar en esos momentos viviendo en Mountain View (California) no pudimos ir a ver (aun de haberlo sabido acabábamos de mudarnos y estábamos sin muebles, coche o dinero). Las dos últimas fotos, y también pertenecientes a una colección privada y que es difícil encontrar en museos, corresponden a "La Juive Dalger" y "Le Cheik Arabe de Caire".

Dejemos atrás Cordier (al menos hasta el MET) y volviendo de pies a tierra o, al menos, de pies al Musée d'Orsay. En el museo podemos encontrar también pinturas de Van Gogh, Manet, Renoir, etc...
Pero, de todos ellos, el que atrajo mi interés fue un retrato pintado al óleo sobre canvas del pintor alemán Franz Xaver Winterhalter. Se llama "Madame Barbe de Rimsky-Korsakov". El pintor es famoso por haber retratado damas de la realeza en poses sensuales y elegantes. El cuadro por si solo transpira sensualidad a la vez que inocencia. 
Franz Xaver Winterhalter ha pintado numerosos retratos, entre ellos quizá los más conocidos de Sissi de Baviera (se mostró uno en el post de Viena). Sin duda es un pintor al que vale la pena seguir el rastro.
  Soy muy selectiva en la pintura (y en general en todas las facetas del arte): o me dejan bastante fría o me entusiasman hasta extremos insospechados. El impresionismo, en general, me daja bastante fría. No es que no me "impresione" pero no me apasiona. Si embargo, Pierre-Auguste Renoir tiene algunos cuadros que me inspiran bastante ternura. Quizá sea porque a diferencia de otros pintores impresionistas sus coloridos trazos expresan escenas tan cándidas como los siguientes cuadros que se pueden encontrar en el Orsay: "Dance in the Country" y "Dance in the City".
El único cuadro que eché en falta de Renoir y que hubiera completado la colección es "Dance at Bougival" que se encuentra en el Museo de las Finas Artes de Boston. Como curiosidad del cuadro, mostrado a continuación, el rostro de la mujer corresponde a Suzanne Valadon, la primer mujer que consiguió formar parte de la restrictiva Société Nationale des Beaux-Arts, y que posó como modelo para Renoir en varios cuadros.


Saliendo del museo y paseando por la ciudad de Paris, uno no puede dejar de acercarse a la torre Eiffel. Construida para la exposición universal de Paris en 1889 por Gustave Eiffel, la estructura de hierro se ha convertido en un símbolo de la ciudad.
Aunque no la nominaría ni borracha a maravilla del mundo, reconozco que tiene bastante clase y merece la pena pasear por debajo (o por arriba si te apetecen buenas vistas). Si embargo, a mi me acabó de atraer más la atención unos preciosos burritos que intentaban atraer a los turistas a escasos metros de la torre.

 
Un paseo como dios manda por Paris incluye la Concorde Place y Champs-Élysées. Uno llega a sentir los sueños imperialistas que tenía Napoleón o la ambición de grandeza de Louise XIV cuando se pierde por estos rincones. Sencillamente es imponente.

Por cierto, el nombre Champs-Élysée, o en español Campos Elíseos, tiene origen en la mitología griega: era el lugar sagrado de los Infiernos subterráneos, donde las sombras de los hombres virtuosos y los guerreros heroicos llevaban una existencia dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y floridos. El lugar opuesto era el Tártaro, lugar más lejano del Inframundo de tormento y sufrimiento eternos, donde Zeus enviaba a los "no tan buenos". El nombre, pues, no está escogido al azar.

El Arco del Triumfo o Arc de Triomphe, en mitad de la plaza Charles De Gaulle (que aunque este no era el nombre inicial de la plaza se cambió al morir el héroe de la Resistencia francesa contra los alemanes). La construcción del arco fue ordenada en 1805 por Napoleón Bonaparte, tras la victoria de la Batalla de Austerlitz (considerada por muchos como la mayor victoria del emperador e incluso obra maestra táctica) al prometerles a sus hombres"Volveréis a casa bajo arcos triunfales". Por este motivo, Napoleón deseaba que se construyera en la Plaza de la Bastilla, que era donde el ejército volvería de la guerra pero finalmente se construyó en su ubicación actual. El arco está inspirado en el Arco de Tito en Roma y abarca 49 metros de alto y 45 de ancho. En cada uno de los pilares hay una estatua, representando: Le Triomphe (El Triunfo), La Résistance (La Resistencia), La Paix (La Paz) y La Marseillaise. En su interior hay inscripciones de los héroes de la revolución francesa y de las guerras napoleónicas y bajo el arco la tumba del soldado desconocido de la Primera Guerra Mundial. Vamos, todo un símbolo de patriotismo. 
Les Invalides, monumento donde se encuentran enterrados varios héroes de guerra franceses, el más popular quizá sea Napoleón Bonaparte. 
 
La Église de la Madeleine, simplemente la Madeleine, es una iglesia construida con inspiración de los panteones griegos o templos romanos.
Grand Palais o Gran Palacio, situado cerca del Pont Alexander III, en plenos Campos Elíseos, contrariamente a lo que se pueda pensar no albergó ninguna monarquía sino que fue construido para acoger la Exposición Universal de 1900. Lo mismo puede decirse del Petit Palais, situado al lado del primero y cuya foto se muestra a continuación.

Puestos a pasear por rincones exóticos dentro de la ciudad hay dos lugares predilectos: los alrededores del mítico Moulin Rouge. En la entrada se puede ver la ilustración hecha por Henri de Toulouse-Lautrec: "La Troupe De Mll Englantine". El artista francés dedicó varios pósters a promocionar el local como el de "La Goulue".
Por supuesto, el cementerio de Montmartre que parece sacado de una película medieval de fantasía; un lugar enorme lleno de rincones y sorpresas si uno no tiene miedo de los fantasmas. Un lugar donde la piedra y la vegetación forman la base de este lugar sagrado y lleno de encanto. Aquí descansan celebridades como Alejandro Dumas, hijo, (no confundir con su padre autor de los Tres Mosqueteros y el Conde de Montecristo) conocido especialmente por su obra maestra La Dama de las Camelias inspirado en un personaje real y que más tarde inspiró a Verdi para su ópera La Traviata, Jacques Offenbach, autor de la famosa obra musical "Gaîté Parisienne" cuya pieza Can-can uno no puede dejar de asociar con Le Moulin Rouge o el bailarín Vaslav Nijinsky, representado en su tumba con su papel en el ballet Petrushka que interpretó magistralmente en vida (o eso dicen). A continuación varias fotos del lugar, incluyendo las tumbas comentadas por orden (tres de ellas de Alejandro Dumas, la siguiente de Offenbach y finalmente Nijinsky).
 
 
Antes de salir de la ciudad, sólo comentar dos de los muchos puentes que atraviesan el río Sena en la ciudad: el Pont Bir-Hakeim y el Pont Neuf. Las dos primeras fotos corresponden al Pont Bir-Hakeim, construido de acero en 1903 , tiene dos niveles: uno para vehículos y otro para el metro de Paris. El nombre actual (que no es el original) se debe en honor a la victoria en la batalla de Bir-Hakeim contra los alemanes de Rommel en el Norte de África durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ser completamente funcional y práctico tiene en algunos de los pilares decorativas esculturas de acero. ¡Fascinante!
Las dos siguientes fotos corresponden con el Pont Neuf, que aunque su nombre significa Puente Nuevo, es el puente en pie más viejo de la ciudad. Construido en 1550 tiene un encantador aire medieval repleto de caras expresivas que podían estar sacadas de las máscaras típicas del teatro griego o de los bufones de la época de los grandes castillos.

En el segundo viaje a Paris que hicimos con mis padres en verano de 2008, aprovechamos para visitar algunos otros lugares de Francia, como la Normandia, el Château de Combourg o el Mont Saint-Michel (en la parte baja de Normandia). Las primera foto es del Château de Combourg y las dos siguientes corresponden al Mont Saint-Michel.


Por cierto, si alguna vez vais al Mont Saint-Michel debéis saber que el lugar del mundo donde se crean las galletas más deliciosas del mundo. Pero estáis de suerte, en el Corte Inglés la venden, el envase de galletas bretonas tiene una "pinta" como el de la tercera foto.



Acabo el post con unas simpáticas fotos tomadas durante el viaje en verano. Esta claro que a la abeja le trae sin cuidado los museos o las galletas, ¡dónde se ponga una flor tan apetecible! Me costó mucho hacer estas fotos especialmente con mi madre pidiéndome que la hiciera fotos a ella, a las flores o a ella con las flores.

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