El primer día en Roma decidimos hacer una visita rápida a dos iglesias que, arquitectónicamente no son nada del otro mundo pero contienen dos preciosas esculturas de dos de los mas grandes escultores de la historia del arte italiano. Como la escultura italiana me apasiona y los escultores eran dos de mis favoritos, la caminata estaba más que justificada.
La primera de ellas es San Pietro in Vincoli, que alberga la famosa escultura de mármol de Moises (Moses) de Michelangelo Buonarroti como parte del proyecto de la tumba del Papa Julius II.
La segunda es la iglesia de Santa Maria della Vittoria que contiene la escultura de Saint Teresa in Ecstasy (Ecstasy of Saint Teresa) de Gian Lorenzo Bernini.
El Musei Capitolini esta situado en la Piazza del Campidoglio, diseñada por Michelangelo en lo alto de la colina Capitolina.
El Musei Capitolini está repleto de estatuas y esculturas de la época de la Antigua Roma. Por lo que si te fascina la época clásica, te sentirás en este museo como pez en el agua. Sin embargo, yo no puedo ignorar el hecho de que el Museo, además de todas las joyas tan valiosas para los amantes del arte clásico, contiene dos obras del artista barroco Gian Lorenzo Bernini. Por lo que, lo primero es lo primero, voy a hablar del maestro Bernini antes que nada. Las dos esculturas son "Medusa" y "Urban VIII". Esta representación de Medusa es, quizá junto con el cuadro de Caravaggio, de las más famosas representaciones del monstruo mitológico (ya se explicó el mito en el post de Peterhof).
Entre los montones de estatuas de la época clásica uno no puede perderse la representación de Luperca amamantando a los gemelos Rómulo y Remo. Según la leyenda, el Numitor, rey de Alba Longa, fue destronado (y desterrado) por su hermano, el cual procedió a matar a todos sus sobrinos con excepción de la única mujer, Rea Silvia. Pero para evitar que tuviera descendencia, la obligó a dedicarse al culto de Vesta. El dios Marte, sin embargo, la dejó embarazada mientras dormía y de este modo nacieron los gemelos Rómulo y Remo. Para protegerlos de su tío, Rea puso a los recién nacidos en una cesta y la dejó en el río Tíber. La loba Luperca los encontró y amamantó.
Cuando los gemelos crecieron y descubrieron su origen, regresaron a su ciudad natal a matar a su tío y devolver el trono a Numitor, quién en agradecimiento les entregó territorios añ noroeste del Lacio. Entonces decidieron fundar una ciudad en el lugar donde la loba los había encontrado pero cada uno interpretó un augurio de manera distinta: Remo decía que seis aves habían señalado el monte Aventino y Rémulo entendió que habían señalado el monte Palatino. La discursión fue a más, Rémulo montó una pared y amenazó con matar a todo el que la cruzase, Remo, borracho, le desafió y burló de él...En cualquier caso Remo acabó muerto (no en vano eran hijos de Marte, el temperamental dios de la guerra) y Rémulo se convirtió en fundador y primer rey de Roma. Según la Eneida de Virgilio, escrito más tarde, es en realidad son descendientes del héroe troyano Eneas quién llega al Lacio tras huir de Troya.
Algunas de las esculturas antiguas más famosas son "Gaul agonizando", "Heracles estrangulando la serpiente" y la "Venus Capitolina".
Si tienes ganas de un poco de historia, en la primera planta del Museo, hay una colección de bustos de Emperadores romanos ordenados cronológicamente.
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